25 julio, 2016 navi

Tu luz

Tomaré refugio,
En este amor que descubrí
y que habité junto contigo,
con el cual me he transportado
a lugares tan increíbles,
tan mágicos,
como podría alguna vez
llegar a imaginar.

La vida es como la cuerda floja
decía un viejo amigo,
“Tienes que aprender
a mantener el equilibrio,
porque cuando lo pierdes,
cuando te caes, (y te duele)
siempre puedes (y debes)
volver a intentarlo”.

Sé que Quiero,
lo Deseo,
volver a intentarlo contigo
y aprender de ello,
y con ello,
en cada intento.

Porque tu luz me atravesó,
como el sol
a las hojas de un árbol,
revelando colores,
algunos,
antes ocultos.
Redibujó mis partes luminosas,
y también hizo notar mis partes oscuras,
las resecas
y las resquebrajadas,
las que una junto con otra,
unidas,
conforman la sinfonía del ser,
de este ser,
que vibra
y que late,
y que su vibrar y su latir
se exalta en tu presencia.

Una lágrima es luego un río,
y si se estanca,
será laguna,
y si se libera,
podrá llegar a ser
un poquito de mar,
un poquito de infinitud,
un pedazo del desierto azul,
del mar que existe,
del mar que habita,
también en el Amar.

Tu luz cálida y pura,
brilla,
potente,
y me encandila.
Bajo mis pies,
nubes.
En mi cabeza,
humo.
En mi corazón,
certeza.

Deja una respuesta