Estoy sentado aquí, y todo pasa… En lo alto, vuelan y alrededor circundan bandadas que trinan a su gusto y por sus razones, y estoy sentado aquí, y todo pasa…
A mi espalda, una arboleda enorme y envuelta en follaje tierno, que plantada en el horizonte de una planicie alfombrada de verde y que besa la orilla, se mece al fuerte grito del viento que en mis oídos se hace escuchar y los árboles cantan a los viajeros, y estoy sentado aquí y todo pasa…
El río que miro atónito, se lleva de arrastre en su profundidad las heridas que desde lo alto de la sierra fría y desolada de pasos nacen, y al mar alimenta en su inmensidad, y sus olas pequeñas, calmas y permanentes, chocan contra una orilla que le corta su paso sin prisa, y pareciera que se lleva mis lágrimas, y pareciera que se lleva mis dolores, y pareciera que me limpia en alma, y pareciera que me vuelvo agua al mirarlo hasta allá donde muere el sol, y estoy sentado aquí, y todo pasa…
El viento que de la costa nace, se entorpece y se divide por los grandes cerros que pintan el paisaje de verde y choca con los árboles haciéndolos bramar , y eleva las aves que al ser coronan en lo alto, y al río hace lamer la arena en la orilla, y en mis oídos parece gritar, mi piel parece abrazar, y a mi corazón parece soplar, como quien sopla para liberar un objeto de suciedad, y con mi cabello parece jugar, y pareciera que su abrazo puedo sentir, y estoy sentado aquí, y todo pasa…
Y sentado en la arena, mientras me acaricia con su calidez otorgada por el largo día acalorado, esta pareciera querer ser parte de mi piel y fundirse en lo parecieran ser caricias atrapadas por el agua ya hace mucho, y estoy sentado aquí, y todo pasa…
Y todo pasa… y nada se queda… y todo pasa… y los ojos se cierran, y los brazos se abren, y el pecho se infla, y las alas se despliegan, y los pies se levantan, y el viento sopla en mi cara, y el viento acaricia con fuerza mis brazos, y el viento llena mi pecho, y el sol quema sin herir, y las aves se elevan más alto con cada respiro, y el viento… y el viento…
Y estoy sentado aquí, y todo pasa…