20 octubre, 2023 Sebastián Campana

Intriga

Llegaste súbita a nuestras tierras cálidas, entre secas y ávidas; eres como los vientos de abril: emergen tal sorpresa, y érase su soplo indescifrable: entre cálido y frio, suave y colérico, firme y modesto… cómo descifrar la neutralidad y el esquivo brillo de tus ojos esmeralda, que se escabullen entre el silencio y el secreto del crepúsculo, sin entender juicio ni manifestación?

Deambulas suelta y sagaz como la picaflor que visita mi jardín en mis mañanas amarillas, y es que te manifiestas y te ocultas.. eres lúcida como el lirio en la primavera, pero remota como el sol que huye desde el horizonte cuando miro su reflejo en mis crepúsculos de retiro; eres prudente como aquel magnolio de mi plaza que no renueva nunca en flor, pero colorida y vivaz como el arcoíris que se forma en la cordillera.. cómo poder descifrar tu verbo, que tanto podría manifestar, pero disimula la incólume sábana donde atesoras tus sentimientos, tus secretos y tus asombrosos planes?

Tu sonrisa franca, diáfana, nítida cual reflejo de los ríos muestran el cielo noble y ocre, me susurran al oído tu valía y talento sublime; la apariencia de tu rostro albar y redondo como la afable luna que me saluda desde el desván, murmuran dulces hipótesis sobre tu permanencia entre mis suspiros; y es que apareces como un puzzle irresoluble, tu acertijo hipnotiza; tu despego, encandila; tu agudeza, intimida pero a la vez fascina.. y es que eres como el océano que baña mi complexión: apacible o impetuosa, calma o tenaz, abarrotada de bellos colores, amplia e infinita.. estás presente en todos lados.

Cómo dilucidar la complejidad, amplitud, e intriga que portas risueña sobre la postal de vuestra fisonomía melodiosa? Sensatez se debe de poseer, ante crucigrama posado en el fulgor de tu pecho.