Me iré, sé que me iré, cuando me vaya
apenas dejaré en alguna esquina
de la que fuera, humilde, mi atalaya
en el lado u orilla de la playa
una gota del pino de resina.
Me iré, sé que me iré sin dejar nada,
quizás sólo los versos que escribí
al cielo, a dios, al alma enamorada.
Después he de partir a la alborada
de donde vine el día en que nací.
Me iré como tú, yo y nos vamos todos,
cual Machado, ligero de equipaje,
sumiso, sin chistar, sin malos modos,
como dicen que miran los beodos,
con la vista perdida en el paisaje.
Y conmigo se irá mi percepción
quedando solamente mi retrato
que alguien quiso guardar en un cajón
Y algún día servirá de distracción
para evocar y así pasar el rato.
©donaciano bueno