14 abril, 2019 Gonzalo Díaz Collao

A Mis Hijos

Hay momentos en la vida en que tu cabeza cae,
instantes en los cuales sientes que ya no puedes más,
tendrás todos los motivos para rendirte y ceder,
pero por más nublado que este el horizonte,
o por más tropiezos que existan en tu camino,
nada se puede comparar con ese impulso final,
ese que llega en el último suspiro de tú desolación,
el que te toma de la mano y te levanta de golpe,
el que abofetea cada una de tus ideas angustiosas,
el que te dice que después de la tormenta llega la calma
y el que te repite, de que siguiendo la lluvia saldrá el sol,
ese impulso no es otro que el amor más leal,
fidedigno y desinteresado que puede existir,
que solo si eres un afortunado lo tienes en tu vida,
nada podrá derrotarte, nada podrá hacerte caer,
nada podrá ser indispensable, ni nada es imposible… Nada…
Nada sin el Amor de tus hijos… Nada…
Nada es más importante y poderoso que ese Amor…


Gracias por existir y alegrar mi vida en cada instante, Sebastián, Felipe y Catalina…


Los Amo…